Si podemos elegir aquello que comemos, neustra vocación, la forma en que vestimos... ¿Por qué no podemos elegir si fumar o no hacerlo?
Nadie puede negar que el tabaco deteriora nuestra salud y la de aquellos que conviven a nuestro alrededor, provoca enfermedades, adicción, en definitiva, es perjudicial en todos los sentidos.
Sin embargo, todos los fumadores (en gran medida cegados por su adicción) se empeñan en hacer oidos sordos a estas advertencias y seguir deteriorando su organismo.
Este hecho no es criticable, ya que es uno mismo el encargado de tomar las decisiones en la vida. Sin embargo, lo que si se puede achacar a los fumadores, es el hecho de perjudicar la salud de aquellos que no fuman, llamados comunmente, fumadores pasivos.
La polémica ley anti-tabaco, aporbada en el 2004, se considera una imposición hacia aquellas personas que fuman. Pero también se debe considerar la postura de los fumadores pasivos que han vivido, años atrás, la imposición de lso fumadores que no respetaban su decisión.
¿La posición intermedia? Nunca se hayará, ya que como reza un antiguo refrán: Nunca llueve a gusto de todos.
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