martes, 16 de junio de 2009

___________ __ _notícia "Manolito"

Imaginemos que tuviéramos que comprar las palabras, que estuvieran protegidas por sus creadores. La comunicación desaparecería para muchas personas que no tuvieran suficientes recursos para obtenerlas.
Pongámonos en el supuesto, que fuera necesario comprar el aire que respiramos, o la luz del sol. ¿Y si tuviéramos que comprar la belleza de una flor o el brillo de la luna? ¿O incluso comprar el propio dinero?





Lo que es incalculable, es el daño que hizo en las personas aquel que creó el dinero. Como dijo Quevedo, Don Dinero trajo maldad, envidia… Trajo ambición, rompió amistades, llenó todo de hipocresía.




En definitiva, devaluó la bondad y produjo deflación en el corazón de las personas. Y lo más triste, es que nunca volverán aquellos días donde todo era de todos. Como dijo San Agustín, no es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita.