Tras de mí, quedan los recuerdos de mi vida en París: el piso, las fiestas, mis compañeros de facultad… Ahora ha llegado el momento de afrontar la realidad, de volver a San Sebastián. También de los malos tiempos. Conseguir dinero para vivir, no es tarea fácil y menos en París. “La vida esta cara” siempre solía decir mi padre. Al final qué pasó, tuve que dejar de estudiar y trabajar, trabajar, trabajar…
¿Qué buscaba? Huir, libertad, saber quién era… ¿Qué he encontrado? Volver, fracasar, saber que no soy nadie… Y arrepentirme, cuando recibí esa maldita llamada:
-A tu madre le queda poco (…) solo quería que lo supieras…
¿Solo eso no? Aún recuerdo el día que decidí irme… ¡No tenía vida! ¡Siempre cuidando de ella! ¿Egoísta? ¡Claro que lo soy! ¿Y qué? Hoy en día la gente lo es… Pero como dijo alguien “A veces se gana y casi siempre se pierde”.
-Perdona…
-¿Qué?
-¿Qué asiento llevas?
-14B
-Pues, estás en el mío entonces…
-Perdone…
Me cambié.
Quizá sea eso… No he encontrado aún mi lugar… “beep beep”. El tren se va, buen viaje y hasta pronto.
(Arquetipo "El yo reflexivo")