Querida Venus:
Primero de todo… ¿Cómo va todo por la tierra? Espero que bien. Después de la boda, no pude hablar demasiado con nadie… ¡Pasó todo tan rápido! ¿Te gusta la postal? Ya sé que te podría haber llamado por teléfono para contarte cómo va el viaje, pero ya sabes que me gustan las viejas costumbres… Lo que puedes ver en la foto es un bonito atardecer aquí, en Saturno… ¿A que es precioso? Te parecerá extraño que la luz se vea verde, no es ningún efecto de imagen, sino que en Saturno, la luz del atardecer y del amanecer es verde, es algo impresionante Venus… ¡Tendrías que verlo!
También hemos visitado millones de sitios más… ¡Y no es una expresión! Y es que, aquí en Saturno, la gente se mueve de un lado para otro en nave espacial, por una especie de tubos que hacen la función de las carreteras en la Tierra, y con este sistema se puede llegar en milésimas de segundo a cualquier parte.
La arena de la playa es como plastilina y el agua del mar es de color rojo. Las montañas cambian su posición diariamente y esto, es por la influencia de los anillos. Estos son una cosa impresionante. Miras al cielo y alrededor puedes ver miles de pequeños puntitos de colores flotando, y siempre los puedes ver porque en Saturno, la luz nunca se va y el cielo es de color blanco. Mañana, Crono y yo, visitaremos un parque de atracciones que hay en uno de los satélites, en Titán, y de esta experiencia te podré contar más a mi regreso.
Pero de todo lo que hay en Saturno, lo más curioso es ver en directo a los singulares seres que lo habitan. Son exactamente como en la tele. Bajitos, peludos, con un solo ojo y hablan con voz de pito y en un idioma extraño. Aquí todo es de todos. Nada más llegar, uno de ellos me robó mi maleta y a cambio me dio una especie de artilugio (que si te soy sincera aún no he descubierto su utilidad) y se fue tan campante. Crono sospecha que estos seres no son tontos y que lo hacen con toda la intención del mundo, pero ¿Cómo se puede dudar de estas personitas tan peludas y adorables?
Además en el hotel, estamos haciendo muchas amistades. Puedes encontrar gente de todas las plantaciedades: Venusianas, Marcianos, Jupiteros e incluso el otro día, me encontré a un ser que según el guía venía de otra galaxia.
En fin, ya llevo una semana en Saturno, y no paro de descubrir cosas nuevas. Sin duda está siendo el mejor viaje de novios que haya podido tener, muchas gracias por el regalo tía Venus.
Hasta Pronto y recuerdos a todos.
Primero de todo… ¿Cómo va todo por la tierra? Espero que bien. Después de la boda, no pude hablar demasiado con nadie… ¡Pasó todo tan rápido! ¿Te gusta la postal? Ya sé que te podría haber llamado por teléfono para contarte cómo va el viaje, pero ya sabes que me gustan las viejas costumbres… Lo que puedes ver en la foto es un bonito atardecer aquí, en Saturno… ¿A que es precioso? Te parecerá extraño que la luz se vea verde, no es ningún efecto de imagen, sino que en Saturno, la luz del atardecer y del amanecer es verde, es algo impresionante Venus… ¡Tendrías que verlo!
También hemos visitado millones de sitios más… ¡Y no es una expresión! Y es que, aquí en Saturno, la gente se mueve de un lado para otro en nave espacial, por una especie de tubos que hacen la función de las carreteras en la Tierra, y con este sistema se puede llegar en milésimas de segundo a cualquier parte.
La arena de la playa es como plastilina y el agua del mar es de color rojo. Las montañas cambian su posición diariamente y esto, es por la influencia de los anillos. Estos son una cosa impresionante. Miras al cielo y alrededor puedes ver miles de pequeños puntitos de colores flotando, y siempre los puedes ver porque en Saturno, la luz nunca se va y el cielo es de color blanco. Mañana, Crono y yo, visitaremos un parque de atracciones que hay en uno de los satélites, en Titán, y de esta experiencia te podré contar más a mi regreso.
Pero de todo lo que hay en Saturno, lo más curioso es ver en directo a los singulares seres que lo habitan. Son exactamente como en la tele. Bajitos, peludos, con un solo ojo y hablan con voz de pito y en un idioma extraño. Aquí todo es de todos. Nada más llegar, uno de ellos me robó mi maleta y a cambio me dio una especie de artilugio (que si te soy sincera aún no he descubierto su utilidad) y se fue tan campante. Crono sospecha que estos seres no son tontos y que lo hacen con toda la intención del mundo, pero ¿Cómo se puede dudar de estas personitas tan peludas y adorables?
Además en el hotel, estamos haciendo muchas amistades. Puedes encontrar gente de todas las plantaciedades: Venusianas, Marcianos, Jupiteros e incluso el otro día, me encontré a un ser que según el guía venía de otra galaxia.
En fin, ya llevo una semana en Saturno, y no paro de descubrir cosas nuevas. Sin duda está siendo el mejor viaje de novios que haya podido tener, muchas gracias por el regalo tía Venus.
Hasta Pronto y recuerdos a todos.